A mi Padre
A
pesar de todo, aunque no te vea, aunque a veces no pueda hablar contigo, me he
dado cuenta de que estás velando por mí.
A
pesar de lo poco que sé que he hecho por ti, tú sigues pensando en cómo puedes
ayudarme.
A
pesar de todas esas cosas, y del poco tiempo que nos hemos visto en los últimos
años, tú sigues pensando de aquella manera tan poco egoista , y me ayudas, aún sabiendo que esa ayuda me
aparta físicamente de ti aún más…
Quiero
pensar que , a pesar de las distancias, y por más que no lo manifiestes
verbalmente, nos quieres y nos echas de menos, y te gustaría vernos más a
menudo, y presiento, que en algún lugar de tu alma, estás sufriendo mi sufrimiento, sintiendo mi necesidad, y que
también te ilusionas con la idea de que
pueda dejar atrás tanta miseria.
El
cómo o el porqué de haber llegado a esta situación, a estas alturas, es lo que
menos importa, lo que importa de verdad es que cuando me quedé sin madre pensé
que las circunstancias me alejarían de mi padre, como así ha sido. Lo que yo no
sabía era que en la distancia iba a tener un padre preocupado, cuidadoso, pendiente de mí…Era un
padre que no conocía… y que me alegro de haber conocido. Porque no hace falta
hacer muchos discursos, ni escribir largos libros para describir los
sentimientos. Muchas veces basta un gesto –y sólo un gesto- para percibir la
grandeza y la nobleza de los sentimientos de alguien.
Sabía
que eras noble, siempre lo supe, pero nunca lo había probado hasta ahora. No me
extraña que una mujer te amara durante 60 años, y que, en su último dia , te
mandara un beso…
Hay
quien pueda pensar que todo esto tiene que ver con ayudas materiales. Sí y no.
La ayuda material sólo ha descubierto al ser humano y al padre que nunca llegué
a conocer por estar oculto detrás de mi madre, y que ahora, por las
circunstancias, ha salido a la luz. Si tan sólo hubiese sido testigo y no
beneficiaria, más me hubiese sentido
orgullosa de conocer a un ser humano así, y de que ese ser humano, además, sea
mi padre.
No
sé cómo agradecer tanto apoyo, pues no me lo esperaba; no es millonario, pero
dentro de él hay un tesoro que no tiene precio, y que todos deberíamos apreciar
ahora que brilla por sí solo, ahora que no se esconde detrás de nadie.
Escrito en Septiembre de 2009. Sin fecha de caducidad.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio